jueves, 28 de mayo de 2009

ESPECIE ( LOBOS)


El lobo (Canis lupus) es un mamífero del orden de los Carnivora. Comparte un ancestro común con el perro doméstico (Canis lupus familiaris), como evidencia la secuencia del ADN y los estudios genéticos.[1] Los lobos fueron antaño abundantes y se distribuían por Norteamérica, Eurasia y el Oriente Medio. Hogaño, por una serie de razones relacionadas con los humanos, incluyendo el muy extendido hábito de la caza, los lobos habitan únicamente en una muy limitada porción del que antes fue su territorio. Aunque está clasificado como una especie poco amenazada para su extinción, en algunas regiones incluyendo los Estados Unidos continentales, las especies están listadas como en peligro o amenazadas.
El lobo, siendo un
predador, es una importante parte de los ecosistemas a los que pertenece. Este amplio territorio de hábitat donde los lobos medran refleja su adaptabilidad como especie e incluye bosques, montañas, tundras, taigas y praderas. En gran parte del mundo, con la excepción de las regiones norteñas, se lo clasifica como amenazado. Continúan siendo cazados en muchas áreas del mundo por la amenaza que se percibe al ganado, así como por deporte.

Anatomía, fisiología y reproducción

Rasgos y adaptación
Aunque los orígenes del lobo son aún debatidos, teorías recientes proponen que las especies primero evolucionaron en el
sudeste asiático durante el Pleistoceno.[2] Los análisis de ADN de las células mitocondriales de las subespecies asiáticas permiten a los científicos establecer un punto del que el linaje del lobo se originó. El ritmo de cambios observados en la secuencia del ADN data al linaje asiático de alrededor de 800.000 años, en oposición al europeo y norteamericano, los cuales se remontan a 150.000 años. El peso y tamaño del lobo puede variar considerablemente a lo largo del mundo, y tiene a incrementarse proporcionalmente con la latitud, como predijo la regla de Bergmann. En términos generales la altura varía entre los 0.6-0.9 metros hasta el hombro, y un peso de entre 32-62 kilos. Aunque raramente encontrados, especímenes de más de 77 kg han sido hallados en Alaska y Canadá;[3] el lobo salvaje más pesado, matado en Alaska en 1939, pesaba 80 kg.[4] Hay algunos casos sin confirmar de lobos cazados en el nordeste de Rusia que alcanzaban los 100 kg. Los lobos más pequeños son las subespecies de lobos árabes, las hembras de éstas pueden pesar unos 10 kg en la madurez. Las hembras en una población dada pesan alrededor de un 20% menos que los machos.[5] Los lobos pueden medir entre 1.3-2 metros desde el hocico hasta la punta de la cola, siendo ésta aproximadamente un cuarto de la longitud total del cuerpo.[6]

Los lobos suelen tener el pelaje de varios colores mezclados.
Los lobos poseen rasgos ideales para viajes de larga distancia. Su estrecho pecho y su potente espalda y piernas facilitan una locomoción eficiente. Son capaces de cubrir varios kilómetros trotando a una velocidad de 10 km/h, pudiendo alcanzar velocidades puntas de 65 km/h en una persecución.
[7] Mientras corren a gran velocidad pueden cubrir cinco metros por salto.[8] Las patas de los lobos están diseñadas para andar con facilidad por una amplia variedad de terrenos, especialmente nieve. Tienen una pequeña membrana entre cada dedo, lo que les permite moverse por la nieve con más facilidad que a sus presas. Los lobos son digitígrados, lo cual, dada la relativa longitud de sus pies les ayuda a distribuir bien su peso en superficies nevadas. Las patas delanteras son más largas que las traseras, y tiene un quinto dedo vestigial, ausente en las traseras,[9] siendo sus garras de coloración oscura/negra y no retráctiles. Pelos erectos y garras desafiladas realzan el agarre en superficies resbaladizas, y vasos sanguíneos especiales evitan el enfriamiento de las almohadillas de las patas.[10] Unas glándulas les ayudan a moverse por grandes extensiones mientras informa a los otros acerca de su paradero.
-En ocasiones un lobo parece más pesado de lo que realmente es debido a su voluminoso pelaje, compuesto por dos capas. La primera capa está diseñada para repeler el agua y la suciedad. La segunda es un denso subpelaje resistente al agua que aísla al lobo. Éste se torna en una gran mata de pelo a finales de primavera o comienzos de verano. Un lobo se frota normalmente contra objetos tales como rocas y ramas para fomentar la pérdida del pelaje El subpelaje es usualmente gris sin tener en cuenta la apariencia del pelaje exterior. Los lobos tienen distintos pelajes en invierno y en verano que alternan en primavera y otoño. Las hembras tienden a conservar sus pelajes invernales más allá de la primavera a diferencia de los machos.
-La coloración varía; va del gris al gris marrón, de todas las formas a través del spectrum canino del blanco, rojo, marrón y negro. Estos colores tienden a mezclarse en muchas poblaciones para formar individuos predominantemente mezclados, aunque es no es infrecuente que un individuo o una población entera sea de un mismo color (normalmente todos negros o todos blancos). El color del pelaje a veces corresponde con el ambiente en el que una población de lobos se desenvuelve; por ejemplo; todos los lobos blancos son mucho más comunes en áreas nevadas. Con el crecimiento van adquiriendo un matiz grisáceo en sus pelajes. Normalmente se cree que la coloración del pelaje del lobo sirve como mecanismo de camuflaje. Esto no es totalmente correcto, dado que algunos científicos han demostrado que la mezcla de colores tiene más que ver con enfatizar gestos, tanto como la sombra de ojos o el lápiz de labios en los humanos.
[11]
-

Joven lobo con ojos amarillos-dorados.
Al nacimiento, los cachorros tienden a tener el pelaje más oscuro y los ojos azules que se volverán amarillos-dorados o naranjas cuando tengan entre 8-16 semanas.
[12] Aunque es extremadamente inusual, es posible que un adulto retenga los ojos azules.[13]
Los largos y poderosos hocicos ayudan a distinguirlos de los coyotes y chacales, los cuales tienen hocicos más estrechos; y de los perros que generalmente los tienen más pequeños. Los lobos también difieren en ciertas dimensiones craneales, teniendo un ángulo orbital más pequeño que, por ejemplo, los perros (>53 grados de los perros comparado a los <45>cerebral, siendo la bóveda craneana un 20% más grande.[14] El mayor tamaño de las patas, ojos amarillos, más largas patas, y mayores dientes hacen distinguir a los lobos adultos de otros canidae, particularmente perros. Existe una glándula odorífica presente en la base de la cola de los lobos, la cual le confiere a cada individuo un rastro aromático único, a modo de poder identificarse entre ellos, glándula que está ausente en los perros. Los lobos y la mayoría de los perros grandes comparten idéntica dentadura; el maxilar tiene seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y cuatro molares. El maxilar inferior tiene seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y seis molares.[15] Los cuatro premolares superiores y los primeros molares inferiores constituyen los dientes carnasiales, los que son herramientas esenciales para cortar carne. Los largos dientes caninos son también importantes, ya que están diseñados para mantener y contener a la presa. Por tanto cualquier lesión en la mandíbula o en los dientes puede ser devastador para un lobo, destinándolo a la inanición o a la incapacidad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario